Protección solar

PROTECCIÓN SOLAR ADECUADA

Efectos Oculares de la Radiación Solar

En muchas ocasiones, el sistema visual está sometido a exposiciones solares excesivas. Si bien la mayor parte de la radiación nociva proveniente del sol es absorbida por la atmósfera, a la superficie terrestre llega suficiente radiación ultravioleta (longitudes de onda entre 180 y 380nm del espectro solar) como para causar quemaduras y cáncer de piel.

Las radiaciones que recibimos diariamente provienen directamente del sol, y son clasificadas según su longitud de onda. Cuanto mayor es la longitud de onda, menos energética es la radiación. Del espectro solar, son tres los tipos de radiaciones que producen los efectos más importantes a nivel ocular: la radiación ultravioleta, el espectro visible y la radiación infrarroja.

  • La radiación ultravioleta (UV): el efecto fotoquímico que desencadena; produce daños oculares tras un período latente. Los síntomas no son generalmente inmediatos, sino consecuencia del efecto acumulativo de la radiación tras un tiempo de exposición. A su vez, se subdivide en tres:

UVC (180-280nm): es la radiación más peligrosa por ser la más energética. Es casi totalmente absorbida por la atmósfera, ya que ésta absorbe las longitudes de onda inferiores a 280nm, pero puede ser emitida por otras fuentes artificiales como lámparas germicidas, o soldadoras eléctricas.

UVB (280-315nm): llega a la superficie terrestre entre un 10% y un 30% de esta radiación. Puede ocasionar lesiones en el ojo, aunque en condiciones normales es absorbida totalmente por córnea y cristalino sin alcanzar la retina.

UVA (315-380nm): son longitudes de onda muy próximas al espectro visible. Menos del 1% alcanza la retina, ya que es absorbida por córnea y cristalino.

  • El espectro visible: abarca todas aquellas longitudes de onda capaces de estimular los fotorreceptores retinianos, dando lugar a la sensación visual. Se considera que las longitudes de onda que constituyen el espectro visible están comprendidas entre 380 y 780 NM.
  • La radiación infrarroja (IR): también se subdivide en tres tipos, las IRA, IRB e IRC. Una gran proporción de IRA alcanza la superficie terrestre, mientras que las IRB e IRC son absorbidas casi en su totalidad por la atmósfera. Las lesiones térmicas causadas por la radiación IR son instantáneas, manifestándose sus síntomas inmediatamente después de la exposición. Por encima de las longitudes de onda de la radiación IR se hallan las microondas y las ondas radar. Estas pueden provocar complicaciones oculares como cataratas, siempre que las dosis sean muy elevadas.

Factores de riesgo para la aparición de complicaciones oculares

La intensidad de la radiación es un parámetro que depende de la geografía , de la latitud y de las características del medio. En aquellas zonas donde los niveles de ozono disminuyen, serán mayores los casos de complicaciones oculares por la radiación UV. En cuanto a la altitud, hay que mencionar que la proporción de UV a la que estamos sometidos aumenta un 10% por cada mil metros de altura que ascendemos. Por otra parte, existen superficies que presentan una gran reflexión, tales como la nieve que refleja un 80% de los rayos solares, el agua un 20% y la arena de la playa un 1.50%. También se debe considerar el horario de exposición, ya que el 70% de la luz UV llega a la superficie terrestre entre las 10 de la mañana y las 2 de la tarde.

En general, la protección UV es necesaria siempre que se esté expuesto a este tipo de radiación, pero resulta especialmente importante en los siguientes casos, ya que se trata de situaciones de riesgo:

1.-Afáquicos, para prevenir la retinitis solar, ya que falta el filtro UV fisiológico que supone el cristalino.

2.-Pacientes con cataratas, para disminuir la dispersión de la luz.

3.-Individuos que están bajo medicación fotosensibilizante, para evitar reacciones fototóxicas.

4.-Trabajadores expuestos diariamente a UV: soldadores, electrónica, artes gráficas e investigadores.

5.-Pacientes con pinguécula, pterigium y degeneración macular, para no potenciar su afección.

6.-Actividades de ocio con exposición abundante al UV: alta montaña, esquí, tomar sol.

7.-Niños que pasan mucho tiempo al aire libre, para evitar alteraciones en los medios oculares.

8.-Gente que usa solariums.

9.-Gente que por su actividad pasa mucho tiempo bajo el sol.

10.-En general, para mantener la salud ocular y minimizar los problemas corneales, las cataratas corticales y las retinopatías solares inducidas por el UV.

Complicaciones oculares debidas a la exposición solar

La luz solar que llega al ojo atraviesa la córnea, el cristalino y el vítreo para llegar finalmente a la retina. De este modo, todas estas estructuras , junto con la conjuntiva, están expuestas a sufrir posibles alteraciones inducidas por el espectro solar. Debemos tener en cuenta que sólo aquellas radiaciones que sean absorbidas por los tejidos tendrán la capacidad de alterarlos. Por lo tanto, las longitudes de onda que no sean absorbidas por ninguna de las estructuras oculares no podrán causar ninguna transformación sobre las mismas.

La Córnea:

A nivel corneal se puede destacar la “oftalmopatía de las nieves”, siendo una quemadura a nivel del epitelio causada por exposición excesiva a la radiación UV, altamente reflejada por la nieve. Aparece horas después de la exposición y provoca dolor intenso, lagrimeo, blefaroespasmo, gran fotofobia, enrojecimiento ocular y edema. Si no se cuida la lesión debidamente, puede infectarse o producir úlceras. A nivel general, una exposición aguda a luz solar puede ocasionar una fotoqueratitis en sólo 30 segundos. Si bien la radiación UV afecta al epitelio corneal provocando incluso su degeneración y muerte celular, también puede alterar el estroma y el endotelio. Estos problemas a nivel endotelial pueden ser la causa del edema corneal apreciado tras exposiciones al ultravioleta, ya que en tales condiciones la bomba endotelial, responsable de mantener la hidratación óptima de la córnea, falla, provocando aumento en la permeabilidad del endotelio e incremento en el paso de sustancias al interior de la misma, alterando el metabolismo corneal.

La Conjuntiva:

La relación entre la radiación UV y la formación de pinguécula no está bien determinada, en cambio se han establecido estrechas relaciones entre el pterigium y la magnitud de la exposición.

El Cristalino:

Mientras que la córnea absorbe las longitudes de onda más cortas, el cristalino absorbe casi toda la radiación comprendida entre 295 y 400 nm. Este proceso es lo que permite al cristalino actuar como un filtro eficaz, reduciendo la cantidad de UV y visible que llega a la retina. Se ha corroborado la correlación entre cataratas y UV, apareciendo una mayor incidencia en zonas cálidas, donde la exposición solar es más intensa.

La Retina:

A nivel retiniano, la luz solar puede provocar dos tipos de lesiones, fotoquímicas y térmicas. Dentro de las lesiones fotoquímicas se incluye la degeneración macular asociada a la edad, y en las lesiones térmicas destaca la retinopatía solar, que puede producirse tras observaciones directas del sol o del cielo y supone una quemadura retiniana con edema, que evoluciona hacia la mejoría.

Fármacos Fotosensibilizadores:

Se ha demostrado que existen ciertos fármacos que pueden absorber la radiación UV, potenciando la acción de ésta. Entre ellos se destacan: teracilinas, sulfmidas, fenotiacinas, antipsoriásicos, anticonceptivos orales, antihistamínicos, antialérgicos y antipalúdicos. En caso de estar bajo este tipo de medicación, se debe tener precaución y usar la protección solar con filtros ópticos adecuados.

Protección Solar con Lentes Oftálmicas

Se define como filtro de protección solar a todo lente, ya sea mineral, orgánico o policarbonato, que impida la llegada de radiaciones nocivas provenientes directa o indirectamente del sol al ojo y que disminuya la transmisión en la región del espectro visible sin modificar de modo negativo los colores y los contrastes. Según sus características, los filtros de protección solar se clasifican en:

1.- Filtros coloreados o tintados, los cuales no deben permitir la llegada de radiación UV al ojo, además de reducir la intensidad luminosa. El filtro marrón mejora los contrastes, resultando más útil para deportes de invierno, el tenis o entornos con iluminación artificial, además de ser recomendables para miopes.

2.- Los filtros fotocromáticos, son lentes que cambian de forma temporal de color en función de la intensidad de la radiación que reciben.

3.- Los filtros espejados deben ofrecer una protección máxima frente al UV y se obtienen tras la deposición al vacío de una capa metálica sobre la superficie externa del lente. Dándoles algún tinte a estos cristales se obtienen filtros solares útiles para el esquí o la montaña.

4.- Los filtros polarizados eliminan los reflejos de ciertos ángulos de superficies como el agua, la nieve y la arena, minimizando los deslumbramientos y siendo recomendables para la pesca, la aviación y los deportes acuáticos. Es importante tener en cuenta que los planos de polarización de estos filtros no se deben desviar más de 5º con respecto a la horizontal, por lo tanto, hay que poner especial atención a la hora de montarlos en el armazón.

Casos Especiales

Catarata:

Se reduce la cantidad de rayos luminosos que llegan a la retina, debido a la pérdida de transparencia del cristalino. Esto provoca mayor dispersión de la luz y dificultad para apreciar los contrastes. Se obtiene mejoría en la agudeza visual con filtros que absorben las longitudes de onda por debajo de 550 nm y con filtros amarillos, logrando también mayor confort visual con filtros Corning CPF 511 y CPF 527.

Afaquia:

Ante la ausencia de cristalino, queda suprimido el efecto de filtro que éste posee, pudiendo alcanzar un mayor número de radiaciones nocivas la retina, principalmente la UV, y existiendo un mayor riesgo de sufrir degeneración macular. Por ello, es conveniente que los afáquicos usen una protección solar mayor, que absorba sobre todo las longitudes de onda del UV.

Patologías de la Retina:

Con filtros que absorben la luz azul del espectro se aprecia disminución de los síntomas característicos de muchas retinopatías. Se obtiene mejoría de la sensibilidad al contraste con filtro amarillo y con filtro naranja, en pacientes con degeneración macular relacionada a la edad con escotoma central absoluto, y problemas de retina en general.

Deficiencias del Color:

Para este tipo de deficiencias son desaconsejables las lentes con coloración intensa. En los casos de protanopia se obtienen beneficios con el uso de un filtro marrón, que posee la mayor transmitancia para las longitudes de onda para las cuales el sujeto posee mayor sensibilidad.

Protección Solar en Elementos Compensadores

Con cristales oftálmicos: el vidrio crown transmite longitudes de onda a partir de 290 NM, las lentes orgánicas CR-39 cortan la luz UV por debajo de 350nm. El policarbonato absorbe todas las radiaciones por debajo de 380nm, ofreciendo mayor protección. Los tratamientos antirreflejantes en cualquiera de estos cristales, eliminan reflejos de rayos UV que inciden oblicuamente.

Con lentes de contacto: se incorpora a su composición bloqueadores de UV, absorbiendo así el 95% de los UVB y el 70% de los UVA.

Las lentes de contacto gas permeables, al tener un diámetro menor, ofrecen una protección inferior que las lentes hidrogel, ya que parte de la córnea queda expuesta a la radiación.

Aplicaciones Para Distintos Tipos de Filtros Coloreados


Clasificación de los Filtros Coloreados de acuerdo a su Absorción